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  • Tenedor

    Tenedor (Fr. Fourchette) El tenedor es un instrumento empleado en el servicio de los alimentos que se utiliza para llevárselos a la boca. En la actualidad el tenedor consta de un mango y en la parte extrema posee cuatro dientes curvados en forma de pala; debido a su forma, el tenedor se utiliza tanto para recoger el alimento del plato como para sujetarlo pinchándolo. El vocablo tenedor proviene del latín tenere, que significa asir o sostener, antes era conocido como farcúnula que significa horquilla, de ahí que en francés se conozca como fourchette. La necesidad y capacidad del ser humano de crear utensilios que le mejoren y faciliten la vida, ha llevado a que se surjan innumerables inventos, a esto no escapa la invención del tenedor, aunque desde la prehistoria el hombre ha creado y construido varios utensilios con el fin de llevarse el alimento a la boca, sobre todo los líquidos, pues los sólidos solían comerse con los dedos de la mano. La historia ubica el primer antecedente del tenedor en la antigua Grecia, luego estos utensilios los hereda el imperio romano. El tenedor como tal tiene su origen en la antigua Constantinopla, actual Estambul, entonces capital del Imperio Bizantino, famoso por el refinamiento de la mesa. Fue llevado a Italia en el siglo XI por Teodora Ana Ducaina, hija del emperador bizantino Constantino X Ducas (1006-1067), en las nupcias de la princesa con Domínico Selvo (?-1087), Doge (Duque) de Venecia. Se cuenta que cuando la princesa empleó en la corte veneciana el fourchette (Tenedor) no tuvo éxito, incluso el utensilio fue condenado por San Pedro Damián (1007-1072), doctor de la iglesia, como un instrumento diabólico. En España encontramos una referencia en el año 1423, en el que se publica la obra Arte cisoria o Tratado del arte del cortar del cuchillo, escrita por Don Henrique de Aragón, Marques de Villena (1384-1434). El texto dice así, refiriéndose al utensilio de dos puntas o trinchante, que empleaban los maestros trinchadores de la época: “La primera sirve para tomar alguna vianda e ponerla delante sin tañer de las manos, e pan e fruta, cortados o enteros. E pueden con aquellas dos puntas comer vianda adobada sin untarse las manos. E con la otra punta, moras o nuezes, confites, gengibre verde e otros letuarios e cosas con ella fazer, tomar e poner segánt que adelante se contará y continua ahora hablando del de tres puntas, que llama tridente: “La segunda dózenle tridente, porque tiene tres puntas donde la primera tiene dos. ésta sirve a tener la carne que se ha de cortar o cosa que ha de tomarse más firme que con la primera. E la otra parte d”ella aguda para tomar con ella o mudar algunas cosas ligeras”. El tenedor llega a la mesa francesa desde las ciudades de Florencia y Venecia, junto con la reina Catalina de Medici cuando contrajo matrimonio con el rey francés Enrique II de Orleans en el año 1533, pero no toma popularidad en la corte hasta el reinado de Enrique III de Francia (1551-1589), último rey de la dinastía Valois, que reinó en Francia entre 1574 al 1589, período donde se pusieron de moda los cuellos de encaje y el tenedor se empleó para no ensuciarse la ropa. Algunos autores afirman que el monarca Enrique III de Francia lo introduce directamente en la corte francesa después de que lo conociera en Venecia en el año 1574. La forma del tenedor ha sufrido cambios a través del tiempo, primero era un pincho con un mango y era solo empleado para pinchar las carnes, y sostenerlas para retirarlas de las fuentes o llevárselas a la boca, del mismo modo era también empleado con dos pinchos o dientes, por lo que el utensilio estaba inspirado lógicamente en el trinchante. Posteriormente, a finales del siglo XVII, los artesanos le agregan un tercer diente, imitando la antigua costumbre de comer con sólo tres dedos. Fue en Italia, por la necesidad de comer los espaguetis con salsa de tomates, donde se redondean las puntas y se le agrega el cuarto diente al tenedor, labor que se le atribuye al inventor Gennaro Spadaccini, por orden del rey Fernando de Nápoles. En Alemania es donde se termina de transformar el tenedor, dándole el arqueado o curvatura actual a los dientes, para que sirvan de pala al recoger los alimentos del plato. En la actualidad los tenedores se fabrican bajo distintos diseños en dependencia del fabricante o la casa gastronómica donde se empleen; también de acuerdo con sus usos, existen tenedores de mesa, pescados, frutas, pasteles, para caracoles, ostras y fondue.